Chilpancingo, Gro., 10 de febrero de 2022.- La diputada Gloria Citlali Calixto Jiménez manifestó que para combatir la violencia obstétrica se requiere de una atención multidimensional y de coordinación entre las instancias correspondientes, para lograr un pleno entendimiento de la paciente, mejorar la infraestructura hospitalaria y dar un trato digno a las personas embarazadas, sobre todo las que viven en pobreza y marginación, o pertenezcan a grupos originarios y afrodescendientes.
Al hablar durante la reciente sesión de la Comisión Permanente sobre las mejoras administrativas necesarias para el combate a este tipo de violencia contra las mujeres, indicó que ésta es una de las problemáticas más complejas que afectan a la sociedad guerrerense y, en la actualidad, forma parte de la agenda de organizaciones del ámbito nacional e internacional, debido a que no sólo se refiere al maltrato psicológico, sino que sus efectos repercuten en la tasa de mortalidad materna.
La legisladora manifestó que luego de conocer de casos que requieren de atención urgente y eficaz por parte del Estado, recientemente presentó una iniciativa de reformas y adiciones la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado para incluir a esta acción como uno de los tipos de violencia que requieren de atención, sanción y erradicación en la entidad.
Y es que, refirió, la violencia contra las mujeres durante el parto, más allá de un tema de salud pública, es un problema de justicia social, además de un indicador que da orientación sobre las inequidades en el ejercicio de los derechos humanos.
Aunque señaló que hay casos de éxito, como la Unidad de Partería creada en el año 2010, que cumple con los parámetros internaciones para la atención de las mujeres embarazadas en parto y puerperio, y el Centro de entrenamiento Infantil, donde los menores son atendidos por psicólogos mientras las mamás pasan a consulta, esto “no es suficiente”.
Porque “es innegable el incremento en las tasas de muerte materna bajo mayores condiciones de pobreza, marginación, pertenencia a grupos originarios y afrodescendientes, y menor acceso a la educación”, enfatizó.
Por todo eso, se pronunció por que se voltee a ver a las mujeres, sobre todo las de la Sierra, la Montaña, de las comunidades y de los pueblos originarios que viven en las ciudades y que hablan alguna lengua indígena. Añadió que es necesario avanzar en la homogeneización de los servicios de salud de calidad en todos los rincones del estado, por el bien de toda la población y de las mujeres que deciden maternar.