· El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, informó que en junio, mes del solsticio de verano, se espera la llegada de 188 mil 264 visitantes a la Zona Arqueológica de Chichen Itzá, Yucatán.
· Indicó que se espera una ocupación del 47.2%, con 6 mil 452 turistas hospedados en cuartos de hotel para el mes de junio de 2022.
· Destacó que de enero a abril del 2022, llegaron a este sitio 962 mil 936 visitantes, 47% nacionales y 53% internacionales.
El secretario de Turismo del Gobierno de México, Miguel Torruco Marqués, dio a conocer que durante junio del presente año, mes del solsticio de verano, se prevé una derrama de 171 millones 295 mil dólares en la Zona Arqueológica de Chichen Itzá, en Yucatán.
El titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) señaló que para este mes, se estima la llegada de 188 mil 264 visitantes nacionales e internacionales a este emblemático sitio, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
Indicó que además se espera el arribo de 6 mil 452 turistas nacionales e internacionales a cuartos de hotel, con una ocupación del 47% y una derrama de 491 mil dólares por concepto de hospedaje.
Destacó que en este importante centro turístico se cuenta con una infraestructura de 13 hoteles y 388 habitaciones.
Torruco Marqués puntualizó que en 2019, la Zona Arqueológica de Chichen Itzá recibió 2 millones 366 mil visitantes, de los cuales 25% fueron nacionales y 65% internacionales. Estos visitantes dejaron un gasto de 2 mil 369 millones de dólares. Asimismo, llegaron a cuartos de hotel 56 mil turistas.
Agregó que de enero a abril del 2022, llegaron 962 mil 936 visitantes, 47% nacionales y 53% extranjeros, provocando una derrama de un mil 111 millones de dólares. En el periodo enero- abril del 2022, se alojaron 25 mil turistas, con una ocupación del 45%.
El titular de Sectur explicó que la Zona Arqueológica de Chichen Itzá es un centro ceremonial que comprende sitios como el Cenote Sagrado, el Templo de las Mil Columnas, el Juego de Pelota, el Observatorio y la Pirámide de Kukulkán, ésta última reconocida como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno.
Para los mayas, el solsticio de verano marcaba el inicio de la recolección de los frutos y las cosechas, por lo que era de gran relevancia para la agricultura y la economía de los pueblos originarios.