Durante todo el desarrollo de la campaña para pedir el voto de los ciudadanos del municipio de Acapulco, participamos limpiamente siguiendo las reglas establecidas por la ley electoral vigente en Acapulco y llegamos al día decisivo con ese objetivo de continuar en el camino de la legalidad y de la actuación ética.
Sin embargo, con el reporte de todas las actas de escrutinio y cómputo mostradas por nuestros representantes, hemos detectado con mucha pena y coraje, que el órgano electoral responsable de contar los votos de los acapulqueños no se comportó a la altura y permitió, a través de los propios funcionarios de casillas habilitados minutos antes de las votaciones, la comisión de irregularidades.
Nosotros responsabilizamos del fraude electoral a nuestros adversarios políticos, pero sobre todo al Instituto Electoral de Participación Ciudadana, árbitro electoral que parece haber jugado sucio contra quienes confiamos en su comportamiento y actitud de legalidad.
Nos sumamos a la exigencia de que el presidente del IEPC, J. Nazarín Vargas Armenta y todos los consejeros saquen las manos de proceso electoral que aún no termina. Exigimos su renuncia y la reposición de todo el proceso electoral en Acapulco.
Al iniciarse hoy el cómputo en todas las sedes distritales, se está demostrando la existencia de infinidad de irregularidades en todos los distritos que hacen evidente el método fraudulento para torcer la voluntad de los acapulqueños.
Ricardo Taja Ramírez